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El pasado 2 de septiembre el Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, visitó privadamente algunas zonas del Paso de los Pirineos.

Era la tercera vez que lo hacía:

– La primera fue el 4 de julio de 2002, pocos meses antes de la canonización de San Josemaría, en la que visitó Pallerols, Fenollet y Andorra.

– La segunda fue el 5 de septiembre del año 2007. En aquella ocasión visitó Pallerols, la Cabaña de San Rafael, la Casa del Corb y la Ribalera.

– La tercera fue el pasado día 2, visitando Pallerols, la Cabaña de San Rafael, Ares, el río de Civís, el Barranco de la Cabra Morta y Argolell.

Mientras visitaba los lugares por donde pasó San Josemaría Escrivá en el otoño de 1937, se leyeron algunos testimonios que se conservan de quienes lo acompañaron, que detallan diferentes aspectos y situaciones de aquella expedición. Estos testimonios se editarán en un libro para que puedan ser leídos por los caminantes, que de forma creciente acuden por estas zonas siguiendo las huellas de San Josemaría.

Procedente de Alemania y camino de Torreciudad, donde ordenó dos nuevos sacerdotes del Opus Dei, Mons. Echevarría salió de Barcelona por la mañana llegando a Argolell antes del mediodía. Desde este lugar divisaron la casa de Mas d’Alins, ya en tierra andorrana, y pudieron hacerse cargo lugar por donde cruzaron la frontera andorrana, al final de la ruta de evasión.

A continuación visitó el río de Civís, en la base del Barranco de la Cabra Morta, donde pudo revivir las dolorosas horas que San Josemaría pasó en este lugar la noche del 1 al 2 de diciembre de 1937, a la espera de la subida hacia Argolell.

A continuación, con la ayuda de dos coches todo terreno subieron al pueblo de Ares, desde donde mirando hacia el sur pudieron contemplar una buena parte de la ruta que va desde Pallerols hasta Andorra: las montañas de Aubenç, de Nargó y de Santa Fe, con el Valle de Cabó a los pies. Más adelante llegaron a la Borda de Conorbau, desde donde contemplaron -hacia el norte- el resto de la ruta: el valle del río Segre, el valle del río de Aravell, la Collada de la Torre y al fondo Andorra. Esta zona es por tanto un excelente mirador para hacerse cargo de la totalidad del trayecto. Todas estas visitas fueron ocasión de revivir aquellos momentos históricos en la vida de san Josemaría, y también de oración.

Finalmente continuaron hacia Pallerols, donde visitaron la Cabaña de San Rafael y la iglesia. A Mons. Javier Echevarría le gustó mucho conocer la Cabaña tal como ha quedado. Él había estado en este lugar hacía tres años y nos había sugerido que quizás fuera interesante reconstruirla, tal como era en 1937.

En la iglesia quiso hacer media hora de oración. En intimidad, pero en voz alta, rememoró la jornada vivida, las serias dificultades de todo tipo que tuvieron que superar en el año 1937 y como lo consiguieron por la intensidad de la devoción con que San Josemaría celebró la misa -siempre que pudo- y que les llevó a mantener el espíritu de oración a lo largo de aquellas jornadas extraordinarias. Y añadió que, con esa misma fuerza de la Eucaristía, será como los cristianos podremos superar todas las dificultades que encontremos.

Toda la jornada estuvo llena de lecturas históricas, oración y reflexiones sobre la aventura de evasión de San Josemaría por estas tierras de la Baronia de Rialb y del Alt Urgell. Mons. Javier Echevarría animó a todos a imitar a San Josemaría en el cumplimiento decidido de la voluntad de Dios, tomando ejemplo -para la propia vida ordinaria- de la continua oración y el ofrecimiento de las contradicciones y penalidades que sufrió él en el otoño de 1937, en su caminar desde Oliana hasta Andorra, cruzando montañas y atravesando ríos por una ruta llena de dificultades, que pudieron superar por la continua oración y por el espíritu de servicio y de mutua donación entre los componentes de la expedición, seguro como estaba, de estar cumpliendo un querer explícito de Dios.