Una gran película de Roland Joffé

El pasado día 25 tuve la oportunidad de asistir al estreno de la película «Encontrarás Dragones».
De entrada tengo que decir que me gustó mucho: es una película hecha por un maestro del cine, como ya lo ha demostrado en otras películas como «La Misión» y «Los gritos del silencio».
De los dos personajes centrales -Manolo Torres y San Josemaría Escrivá-, el primero es totalmente ficticio -no existió en la realidad-, en cambio el segundo es real y la película muestra bien esta realidad: todas las vivencias de San Josemaría son vivencias ciertas, que existieron en un momento determinado de su vida, si bien a veces están situadas fuera de su contexto real en el tiempo o en cuanto a los personajes secundarios.

En relación a los días pasados en Pallerols y en su camino hacia Andorra, hago algunas valoraciones personales:
1. La escena del encuentro de la rosa, está muy bien tratada, sin embargo echo de menos más dramatismo, cosa que entiendo que es muy difícil de transmitir. Debemos tener en cuenta que aquella dolorosa noche -del 21 al 22 de noviembre de 1937- San Josemaría la pasó llorando desconsoladamente y sólo encontró la paz cuando de madrugada encontró la rosa, como una caricia de la Virgen.
2. La otra escena que también me parece un poco floja, es la entrada en Andorra. Una vez pasado el peligro se les ve jugando tirándose bolas de nieve, justo en la línea de la frontera. La realidad fue mucho más penosa, ya que llegaron con los pies llagados, uñas arrancadas, heridas y contusiones, algunos cojeando, . . . y con bastantes kilos menos de cuando salieron de Madrid. San Josemaría, por ejemplo, perdió casi 40 kg desde el inicio de la guerra hasta que llegó a Andorra, lo que no se aprecia en la película. Cuando entran en Andorra parece más bien que vienen de hacer una excursión o paseo por la montaña más que de una épica expedición de evasión.

Quizá le ha faltado a Roland Joffé una lectura más atenta de los documentos históricos existentes.

Un experto en cine me ha hecho entender que lo que intenta Roland Joffé es centrar toda la tensión en Manolo y sus Dragones, y si hubiera dramatizado demasiado a San Josemaría habría bajado la tensión sobre Manolo.
En este caso se entiende esta licencia cinematográfica, pero los que tuvieron que huir de noche a través de los Pirineos no entenderán este tratamiento poco realista de lo que supuso la tremenda experiencia de aquellas expediciones de evasión.
Por lo demás -y aceptando estas licencias cinematográficas que descargan de tensión al espectador en un momento determinado- es una gran película que vale la pena ver, por el dinamismo y los cambios de ritmo con que está filmada y los elevados valores morales que transmite.

Nota.- Te animamos a que asistas a la Caminata del próximo 9 de abril para que puedas revivir aquellas expediciones de evasión.