Chicos de Málaga, Valencia y Lleida en el paso de los Pirineos

Del 25 al 30 de junio un grupo de 28 chicos procedentes de Málaga, Valencia y Lleida, acompañados por algunos padres de los chicos y también de dos sacerdotes, han realizado la tradicional travesía desde Pallerols hasta Andorra, en total unos 85 Km, que desde hace 10 años se hace ininterrumpidamente por estas fechas cuando los chicos han acabado el curso escolar.

El año pasado, a causa de la Covid, no se pudo hacer y por ello este año había un interés mayor para poder hacerla. Algunos de los expedicionarios eran ya veteranos de anteriores convocatorias, pero la mayoría eran nuevos y tenían un gran interés en hacer este recorrido, siguiendo los pasos de san Josemaría en su camino hacia la libertad, realizado en el otoño de 1937.

Un año más ha sido una ocasión excelente para crecer humana y espiritualmente. El ambiente de camaradería ha sido fantástico entre los jóvenes provenientes de tres zonas y culturas distintas. Aunque los chicos no se conocían entre ellos, enseguida se ha dado una afinidad entre todos, unidos por el esfuerzo, el sentido sobrenatural, y sobre todo la compañía de san Josemaría durante las caminatas.

Entre tantas anécdotas, podemos contar que uno de los días coincidió con el partido de fútbol España-Croacia. Como que el partido se alargaba a causa de la prórroga, se planteó el dilema si asistían a la celebración de la Eucaristía o continuaban viendo el partido. Los chicos decidieron asistir a Misa y prescindir del final del partido. Al acabar la misa y conocer el resultado, todos coincidieron que había valido la pena el sacrificio.

Como ya sabemos por años anteriores, también en esta ocasión la experiencia ha sido muy enriquecedora, por lo que una vez más recomendamos vivamente que muchos grupos vengan a hacer este camino para estar unos días en contacto con la naturaleza y revivir de alguna manera las experiencias de tantas personas que han recorrido estos caminos en busca de la libertad que les era negada a causa de ideologías totalitarias, de diferente signo, que les obligaban a dejar sus lugares habituales para buscar otras tierras y personas que les respetaran.

Hoy también en tantas partes del mundo hay personas perseguidas por sus creencias culturales, étnicas y religiosas que se ven forzadas a emigrar a otros países para conservar su vida y practicar sus creencias en libertad.