El Camino de Andorra se va consolidando internacionalmente

Adjuntamos una Crónica de la Caminata, hecha por Brian Madden, uno de los expedicionarios. La transcribimos directamente en inglés, tal como nos la ha enviado, y a continuación la traducimos al castellano.

Three came from Ireland; all from Dublin. Niall works in a bank, Garry as an auditor in the Civil Service, and I am an engineer, recently retired. Irish hikers like to travel abroad for walking holidays. Spain, France, Poland are common; more recently Slovakia, Slovenia and Rumania. The Camino de Santiago is paticularly popular.

We heard about the Camino de Andorra from Rafa, a Spaniard working in Dublin. He met Jordi Piferrer in 2004. Jordi told him about the route, and presented him with his guide book ‘Camino de Andorra’. He wrote a dedication, hoping that ‘people from Ireland might some day walk the Andorra Trail’. Five years later, it came to be.

Wed 23 Sep. We arrived in Barcelona in the morning, and rented a car. We traveled to Oliana, and then to Peramola and Pallerols. We had time in the afternoon to hike up to the Cabin of St Raphael, and return by the ‘balsa’.

Our plan was that we would drive to the start of each stage, and be collected at the end. This meant that the start and finish of each day had to be on a road. We stayed each night in Coll de Nargo, at Hotel del Llac. Josep and Anna Finestres, and their son Miguel, looked us after very well. We were also very fortunate that Jordi Piferrer was doing some work in Andorra, and was able to spend some time in the area on his way back. His advice on routes was invaluable, and he helped us out frequently with lifts.

Thurs 24 Sep. We started from Torrent, and were quickly at Roca del Corb. This astounding rock formation took our breath away. Shortly after, we made an error, and ended up at the Juncas Farm. With the help of the map, we got back on course and made it to Ribalera. After crossing Aubens, we made another error, and lost our way again. This time, with the help of St Josemaria no doubt, we met a local man driving a car in the forest. He was the only person we met that day, and he very kindly drove us down the long winding track directly to Coll de Nargo.

Fri 25 Sep. We started from Pont de Vallarques, with the plan of hiking to L’Oliva on the Rio de Cabo. Shortly before Fenollet, we met Jordi in a field, repainting some of the blue and yellow trail signs. He invited us to a glass of wine and a coffee in the house in Fenollet. Rosa, the lady of the house was very welcoming. Jordi also showed us the cowshed, still in active use, where the 1937 party overnighted. After this pleasant stop, we went over Santa Fe mountain, and met Jordi again near l’Oliva. This time, Niall helped him with the sign painting.

Sat 26 Sep. This was ‘Ares day’. Jordi gave us a lift to the place where we finished yesterday, and we started the long hot climb up to the deserted village of Ares. We all needed a good rest on the top before heading off to Cal Barida, following the blue and yellow markers. Passing Cal Barida we got lost for a while, but descended into the gorge of Torrent de Baridà, and soon picked up the trail again. It was mostly downhill then until we reached the road close to Noves de Segre, where Jordi collected us.

Sun 27 Sep. We were getting a little tired now, and asked Jordi to suggest a shorter hike route to finish off. He suggested starting at Rio de Civis and hiking over the Cabra Morta to Argollel. This turned out to be a most pleasant hike. The weather was cooler, and the views were fantastic. We finished the hike at about 1.30pm, said goodbye to Jordi and headed for Andorra.

Overall we were very happy with our first visit to the Camino de Andorra. We met lots of very helpful and interesting people, we had some good hard mountain hiking and enjoyed the incredible views. We got particular insight into the historical and geographical context of the famous Paso de los Pineneos of the party of St Josemaria in 1937. We hope to get back, with a larger group from Ireland next time.

Brian Madden 6 Oct 09

Desde Irlanda vinimos tres personas; todos de Dublín. Niall trabaja en un banco, Garry es auditor del Servicio Civil y yo soy ingeniero, jubilado hace poco. A los excursionistas irlandeses les gusta viajar al extranjero para hacer caminatas mientras están de vacaciones. España, Francia, Polonia son lugares usuales y, más recientemente, Eslovaquia, Eslovenia y Rumania. El Camino de Santiago en concreto es muy popular.

A través de Rafa, un español que trabaja en Dublín, habíamos oído hablar del Camino de Andorra. Rafa encontró a Jordi Piferrer en el año 2004, y éste le habló de esta ruta y le regaló su libro-guía “Camino de Andorra”, con una dedicatoria, esperando “que algunos irlandeses podrían hacer algún día el Camino de Andorra”. Cinco años más tarde, se ha hecho realidad.

Miércoles, 23 de septiembre.- Llegamos a Barcelona por la mañana y alquilamos un coche. Viajamos hasta Oliana y luego Peramola y Pallerols. Tuvimos tiempo por la tarde para caminar hasta la “Cabaña de San Rafael” y volver por la “Balsa”.

Nuestro plan era ir en coche hasta el inicio de cada tramo y ser recogidos al final del mismo. Esto significaba que al inicio y al final de cada día hubiera una carretera. Pernoctamos cada día en la Fonda del Llac, de Coll de Nargó. Josep, Ana y su hijo Miguel, nos trataron muy bien. También tuvimos mucha suerte porque Jordi, que estaba trabajando en Andorra, pudo, en el camino de regreso, pasar algún tiempo en la zona. Sus consejos sobre los caminos apropiados fueron muy valiosos y, además, nos acompañó en coche en algunas ocasiones.

Jueves, 24 Septiembre. Empezamos a caminar desde la casa de Torrent, y rápidamente llegamos a la Roca del Corb. Esta asombrosa formación rocosa nos sorprendió mucho. Poco después cometimos un error y fuimos a parar a la casa de Juncàs. Con la ayuda del mapa, recuperamos el camino correcto y llegamos a la Ribalera. En la bajada del Aubenç, cometimos otro error y volvimos a perder el camino. Esta vez, ayudados sin duda por san Josemaría, encontramos a un hombre de la zona, en medio del bosque, con un coche todo terreno. Fue la única persona que encontramos en todo aquel día. Muy amablemente nos invitó a subir en su coche y así llegamos a través de una larga y tortuosa pista directamente a Coll de Nargó.

Viernes, 25 Septiembre. Empezamos a caminar desde el Puente de Valldarques, con el plan de llegar hasta la Oliva, en el Valle de Cabó. Poco antes de llegar a Fenollet encontramos a Jordi en los campos de Fenollet, repasando algunas señales del camino, con los colores azul y amarillo. Nos invitó a tomar un poco de vino y café en la casa de Fenollet. Rosa, la señora de la casa, fue muy amable. Jordi nos mostró la cuadra, que aun está en activo, en la que la expedición de 1937 pasó el día 29 de noviembre. Después de este placentero descanso, nos dirigimos a la montaña de Santa Fe, que cruzamos, llegando cerca de la casa de la Oliva, en donde nos esperaba Jordi. En este último trayecto, Niall le ayudó a repintar las señales.

Sábado, 26 Septiembre. Este fue el “día de Ares”. Jordi nos llevó en coche al lugar en donde habíamos acabado el día anterior, y empezamos la larga y calurosa subida al abandonado pueblo de Ares. Al llegar a lo alto del pueblo, necesitamos un buen descanso antes de continuar hacia Cal Baridà, siguiendo las señales azules y amarillas. Pasado Cal Barida no pudimos ver las señales pero descendimos hacia el Torrente de Baridà y pronto encontramos de nuevo la ruta. Prácticamente todo el rato fue una fuerte bajada por la montaña hasta llegar a la carretera en Noves de Segre, en donde Jordi nos recogió.

Domingo, 27 Septiembre. Estábamos ya un poco cansados y pedimos a Jordi que para acabar nos sugiriera una ruta corta. Nos sugirió empezar en el Río de Civís subiendo al Barranco de la Cabra Morta hasta llegar a Argolell, lo cual resultó una caminata muy agradable. El tiempo era fresco y las vistas fantásticas. Terminamos la excursión cerca de las 13.30 horas, despedimos a Jordi y continuamos en coche hacia Andorra.

Como resumen, hemos de decir que estamos muy contentos con nuestra primera visita al Camino de Andorra. Hemos conocido a muchas personas amables e interesantes, hemos conseguido superar difíciles y duras montañas y gozado de increíbles panorámicas. Sobretodo hemos podido profundizar en el contexto histórico y geográfico del famoso Paso de los Pirineos de la expedición de san Josemaría en 1937. Esperamos volver de nuevo, pero la próxima vez será con un grupo más numeroso de irlandeses.