Un éxito total en la organización de la carrera nocturna «Rosa del Nord»

A las 10 de la noche del día 30 de noviembre salieron del Golf de Aravell, 21 participantes en una carrera invernal nocturna y sin avituallamiento, en dirección a Andorra, cruzando montañas y ríos.

Querían comprobar en sus propias personas lo que sufrieron miles de seres humanos perseguidos por estas montañas, que de noche y sin comida formaban parte de expediciones de evasión que huían de la intolerancia de ideologías totalitarias, durante las guerras europeas de los años 1936 a 1945.

Prácticamente todo el sábado estuvo nevando en la zona de la carrera. Esto hizo que de los 28 corredores inscritos, finalmente sólo 21 se presentaran a la salida.

Hacia las 8 de la tarde dejó de nevar. Así pues, a las 10 de la noche -con todo el recorrido cubierto de nieve- salieron los corredores con el ánimo bien dispuesto. La temperatura estaba alrededor de los 4o bajo cero y en las cotas más altas hacía un fuerte viento que levantaba la nieve recién caída.

A lo largo del trayecto hubo dos abandonos: uno en el río de Civís (Km 12) y el otro en el Mas d’Alins (Km 18). Finalmente llegaron a Sant Julià de Lòria 19 corredores.

Adjuntamos la lista de los que finalizaron la carrera, con su clasificación y el tiempo empleado, en horas y minutos:

1. Marc Alonso Roca 02:53

2. Xavier Jové Riart 02:56

3. Gerard Jové Riart 03:02

4. David Julià Escolà 03:12

5. Gerard Estragué Pérez 03:12

6. Rubèn Garcia Segura 03:19

7. Roser Español Badà 03:30

8. Manuel Rullan Estarelles 03:31

9. Gonzalo Fernández Garcia 04:02

10. Teresa Forn Munné 04:06

11. Sergi Bastida Ortega 04:06

12. Josep Roig 04:06

13. Vicente Martínez González 05:35

14. Josep Agramunt Graell 05:48

15. Adrián P. Montes Bonet 05:54

16. Jordi Arcos Garcia 05:54

17. Gerard Riera Corrales 05:56

18. Félix Pérez Colino 05:56

19. Jaume Jou Gispert 06:21

Todos los corredores manifestaron la excelencia y dureza del recorrido, y con ganas de volver el año próximo.

Recogemos unos recortes de los comentarios de Xavier Jové en su facebook. Esperamos que los demás participantes nos hagan llegar también sus comentarios:

La carrera más dura de mi vida!

Nocturna Trail Rosa del Norte 22km 1.600m+ acabamos la 01:00 de la noche.

Salida rápida con Manu, Gerard, Josep… Empezamos a hacer los primeros metros de desnivel con 15-20 cm de nieve, tramos donde costaba ver las señales, caídas, perdidos

Al final terminé 2o de la general, con rampas, heridas, helado, deshidratado, y con 200 € como premio, buena recompensa!

Entre que es carrera, de noche, con nieve, hacía frío, algunas señales estaban tapadas por la nieve y como íbamos delante abriendo traza nos perdimos en algún punto. Son factores de carrera! En general muy bien.

Valió la pena por la experiencia y todo lo que conlleva!

Una carrera que en este momento de la temporada no me tocaba hacer ya que mis entrenamientos son de 10 y 15 km máximo. Pero teníamos que sacar las ganas que llevábamos dentro después de haberse anulado la TriNeu de la Massana.

Adjuntamos algunos textos del libro «El pas dels Pirineus«, de Jordi Piferrer, Pagès editors, Lleida 2012. Este libro describe 16 expediciones de evasión a través de los Pirineos, entre las que figura en un lugar destacado la que nos ha inspirado a organizar la carrera «Rosa del Nord».

Recuerdos de Francisco Botella, uno de los expedicionarios:

«Al final de este camino hemos bajado bastante, los árboles y vegetación nos acompañan un rato, y recuerdo que nos sirvieron para frenar el descenso por la ladera, muy inclinada [bajada por el Bosque de Cogoll y el Serrat del Vaquer]: lo que no se consigue con los pies, mal calzados, porque las alpargatas no protegen de los golpes al resbalar y saltar en pendiente, lo completan las manos asiéndose a las ramas de aquellos arbustos. Estamos delante de un río [el río de Civís].

Juan se retrasa porque camina con los pies destrozados y le sangran, y no puede seguir sin cambiar de alpargatas.

Entonces pasan el río, sobre un tronco de árbol que hacía de puente, el guía y el resto de la expedición, con los de las mochilas».

Juan Jiménez Vargas explica en el Diario del año 1937 la bajada desde la Collada de la Torre hasta al río de Civís:

«No sé cómo será el camino del infierno, pero cuesta trabajo imaginarlo algo peor que eso. Cuanto más denso, los árboles mas altos. Los matorrales más tupidos, que se interponen en el cami­no, aumentan por momentos; y hay que atravesarlos por las buenas o por las malas, sin reparar en los jirones de la ropa o de piel que se empeñan en guardarse entre sus espinas. Hasta que llega un momento en que, más que andar, puede decirse que nadábamos entre el ramaje, sin poder precisar si la masa compacta que divisábamos delante de nosotros era el tronco de un árbol o el compañero que nos precedía en la marcha.

Las caídas de los días anteriores son cosa de broma, compa­radas con las de hoy».

Antoni Dalmases explica en su Diario del año 1937, la subida al barranco de la Cabra Morta:

«Atravesamos descalzos otro río [el río de Civís] y empezamos la ascensión más fuerte del viaje [la del barranco de la Cabra Morta]. Al principio con mucha dificultad se podía andar de pie, des­cansando todos cada cuarto de hora, luego ya es una escalada con todas las de la ley y pasamos de roca en roca agarrados al suelo frío y mojado cada vez más alto. La subida es tan alta que el que me sigue siempre queda bajo mis pies. Aquí se agotó el coñac y todo lo que llevábamos para beber. Segu­ramente que de día no nos atreveríamos a pasar por este si­tio. El vértigo no nos dejaría pero, como ahora sólo se ve a unos metros, no nos damos más que una ligera cuenta del pre­cipicio que tenemos a nuestros pies. Al llegar a la cumbre y tras un ligero descanso, marchamos por la cumbre e iniciamos luego el descenso, por la otra vertiente, suave afortunada­mente».

Antoni Dalmases explica en su Diario del año 1937 la subida al Mas d’Alins:

«Son los montes decisivos. Pasamos un riachuelo, un campo, luego otro arroyo, pero nadie piensa en mojarse. Estamos más cerca de la casa [la Borda de Lluçà] casi en la frontera, pero eso no significa nada. Subimos la montaña corriendo y dando gracias a Dios. Aunque nos descubran, quedan ya a nuestras espaldas y podemos escapar. Caigo y me lastimo una rodilla. Había de dolerme casi un mes luego, pero en aquel momento no me entretengo para nada. ¡No se para ya!… A uno le sangran los pies, pero sigue. Ya no hay disciplina. Nuestra marcha es una carrera desenfrenada hacia la cumbre en la que ya pasamos la línea divisoria ¡Estamos a salvo! Rendidos, pero a salvo. A pesar de todo no hay cantos ni gritos. Sólo una oración silenciosa y sincera. Aún hay peligro. Andamos pues alegres pero callados. Cuando se ha pasado esta zona y se ha encendido una hoguera, es entonces cuando bajamos hacia el pueblo [Sant Julià de Lòria]».

Notas

1. Agradecemos al Comú de Sant Julià de Lòria su colaboración al éxito de la carrera, así como la Creu Roja Andorrana y a los numerosos voluntarios que nos han ayudado.

Queremos manifestar un especial agradecimiento a su Conseller Major, Carles Álvarez Marfany, ya que sin su ayuda hubiera resultado imposible la realización de la carrera.

2. Pedimos a los corredores que contesten a las siguientes preguntas:

– Cosas positivas de la carrera
– Coses negativas
– Qué se puede mejorar?
– Volverás el próximo año?