Contempla la naturaleza mientras caminas

Medio natural. Flora

Comenzamos, dentro de esta sección, una serie de artículos cuya finalidad es ayudar, tanto al caminante como al lector, a descubrir la riqueza de los hábitats naturales que nos encontraremos a lo largo del camino que va de Pallerols de Rialb a Andorra. Esperamos así hacer más próxima a los amigos del camino la grandiosa belleza de estos parajes, también a esos «caminantes virtuales» que, desde la distancia, nos ayudan y acompañan cada año en la gozosa aventura de recorrer el camino que hizo san Josemaría en noviembre de 1937. Un camino que, entre otros muchos alicientes, deja brillar por doquier la belleza de la creación en sus múltiples facetas.

Con esta nueva sección queremos también animar a muchos lectores a recorrer el camino, mostrándoles como un anticipo de algunas maravillas de la naturaleza que pueden descubrir por sí mismos si visitan estos lugares. Esperamos que estas líneas sean un estímulo para quienes sueñan con vivir esa aventura algún día.

Al igual que se hizo en su día con la parte dedicada a la geología del camino, ofreceremos también ahora un artículo mensual, coincidiendo con las tradicionales marchas familiares que, entre octubre y junio, cubren todo el camino entre Oliana y Sant Julià de Lorià (Andorra). Durante las 6 etapas que configuran el recorrido, pondremos el acento en las comunidades vegetales que iremos descubriendo, destacando las especies vegetales características de cada hábitat y de cada tramo.

En esta presentación, nos parece casi obligado recordar algunas características (del relieve y la naturaleza del suelo, así como de la red hidrográfica y del clima) del territorio en que nos encontramos, pues todas ellas son factores determinantes del tipo de comunidades vegetales que podemos encontrar en los diversos entornos ecológicos.

El relieve

Es muy variada la gama de paisajes que puede observarse en las tierras de l’Alt Urgell. Esa diversidad de paisajes se suele relacionar con las tres grandes áreas que configuran esta comarca: la Depresión Central, el Prepirineo y el Alto Pirineo, organizadas en torno a Oliana, Organyà y La Seu d’Urgell, respectivamente.

La frontera hispano-andorrana coincide aquí, en líneas generales, con la separación entre el Alto Pirineo y el Prepirineo. A unos 50 kilómetros al sur de la frontera, se alzan imponentes los bordes exteriores del Pirineo, representados en la comarca por las sierras subpirenaicas de Aubenç y de Turp. Los contrafuertes calcáreos de estas sierras se encuentran ya casi en contacto con la Depresión Central, que se extiende hacia el sur. Hendidas profundamente por las aguas del Segre, estas sierras convergen a pocos kilómetros al norte de Oliana. A partir de aquí, el río inicia hacia el Sur un curso entrelazado y divagante, ensanchando sus horizontes.

El Segre

El Segre es un río mediterráneo que recorre de Este a Oeste el valle de la Cerdanya, desde su nacimiento cerca de la frontera hispano-francesa. A la altura de La Seu de Urgell recibe las aguas del río Valira, que recoge las que fluyen de los profundos valles andorranos. A partir de La Seu de Urgell, el Segre, ya con un cierto caudal, cambia bruscamente su curso y toma la dirección N-S recibiendo, a derecha e izquierda, las aguas de pequeños ríos como el Cabó, el Sallent, etc. La elevada porosidad y permeabilidad de los materiales calcáreos, que componen mayoritariamente las sierras prepirenaicas, es una de las causas que explican el bajo caudal de estos ríos.

El clima

Son característicos en la comarca los climas submediterráneos de carácter continental y relativamente secos. Las precipitaciones oscilan entre los 600 y los 700 mm anuales; las temperaturas, como corresponde a este tipo de climas, presentan fuertes contrastes. Oliana, por ejemplo, tiene dos meses de temperatura estival (julio y agosto, con temperaturas medias superiores a los 20oC), y otros meses de auténtico invierno (diciembre, enero y febrero, con unas temperaturas medias comprendidas entre los 0o y los 5oC). Conforme se asciende en altitud, como es natural, las temperaturas bajan y las precipitaciones aumentan.

La flora

En la mayor parte de la comarca predomina la vegetación submediterránea de carácter seco. En las zonas meridionales y bajas, como Oliana, abunda el bosque mediterráneo de encina dulce (Quercus ilex rotundifoliae), alternando con masas de bosque de roble valenciano (Quercus faginea) y de pino negral o «de pinassa» (Pinus nigra salzamanii). En estas zonas abunda también el romero (Rosmarinus officinalis), que no resiste demasiado el frío.

La peculiar orografía de la comarca, con predominio de sierras orientadas de Este a Oeste, condiciona en gran medida el carácter mediterráneo o submediterráneo de la vegetación que se puede observar en estos sistemas montañosos. En los ambientes soleados, típicamente mediterráneos, los encinares llegan a ascender hasta los alrededores de La Seu d’Urgell, donde abunda también el roble valenciano.

De Oliana a Pallerols. Los bosques de la Baronia de Rialb

El primer tramo de nuestro recorrido discurre desde los alrededores de Oliana hasta Pallerols, pasando por la ermita de Castell·llebre y Peramola.

Conviene destacar la dirección noreste-suroeste del itinerario, a lo largo de una sierra que deja su vertiente meridional orientada hacia el sureste. Por tanto, alta probabilidad de sol a lo largo de todo el día, lo que también significa encontrarse con hábitats propios de terrenos de secano, con predominio de especies aromáticas y frecuentemente espinosas.

En la subida a Castell·llebre, al principio, encontraremos abundantes garrigas en las que predominan especies como la sabina negral (Junniperus phoeniciae) y el chaparro o coscoja (Quercus coccifera). El tomillo (Thymus vulgaris)es también abundante a lo largo de todo el recorrido. Enseguida nos encontraremos caminando por en medio de un bosque de pino negral (Pinus nigra salmanzii), en el que también abunda el romero (Rosmarinus officinalis). Con buena suerte, aprovechando las umbrías, podríamos hacer una buena recogida de rovellons.

En la bajada hacia Can Boix, al pie de los paredones calcáreos, pronto aparecen a la vista los carrascos y bosques de roble valenciano (Quercus faginea). Los pinares de pino negral siguen dominando el ambiente. De hecho, hasta Peramola iremos recorriendo el camino a través de bosques mixtos de pino negral y roble valenciano, entre los que también pueden observarse algunos campos de árboles frutales de secano (olivos, almendros, algarrobos,…).

Entre Peramola y Pallerols encontraremos pocas variaciones a lo ya visto. Saliendo de Peramola, atravesamos bosques mixtos de pino y roble. Más adelante, se irán imponiendo las garrigas de coscoja, los bosques de carrasca y las malezas de tomillo y romero. Hacia el final de este recorrido descubrimos Vilaró, como inmersa en medio de un islote, rodeada de bosques mixtos de carrascales, roble valenciano y pino negral.

En torno a Pallerols, seguiremos rodeados por este mismo tipo de bosques mixtos, aunque llama la atención la abundancia de boj, tomillo y romero, que llenan con su especial fragancia el aire de este enclave. Un poco más arriba, hacia la cabaña de san Rafael, podemos hacer una buena recogida de setas en las zonas de umbría. Es de destacar la presencia ya de algunas poblaciones de pino rojo (Pinus sylvestris) y de algunas otras especies adaptadas a terrenos calcáreos de la montaña media poco lluviosa. De esas especies hablaremos en el siguiente capítulo. Hasta pronto.