El día 28 de noviembre celebró misa en el barranco de la Ribalera

Como sabéis, del 22 al 27 de noviembre de 1937 San Josemaría y los que le acompañaban estuvieron escondidos en la Cabaña de San Rafael esperando el aviso de que podían salir hacia Andorra cuando llegara Josep Cirera, guía principal de la expedición.

La Cabaña de San Rafael era una cabaña de carboneros situada en los bosques de Pallerols a media hora de camino desde la iglesia de Pallerols, en dirección Norte.

José María Albareda en un escrito de 1938, dice:

«Y nos llevaron a unas chozas. En mi choza éramos ocho. Unos troncos de pino cubiertos de ramaje. Y dentro paja. Paja y humo. Aquel cuchitril era cocina, comedor, dormitorio y sala de recreo o de estar. Allí se estaba bien, lo confieso … Más de una semana pasé allí. Una noche partimos».

Tenían un horario: Cada día celebraban la Eucaristía, hacían un rato de oración, rezaban el rosario, caminaban, se bañaban en una balsa cercana, visitaban a otros fugitivos que estaban escondidos en otras cabañas de la zona, …

El día 27 a las 6 de la tarde salieron hacia el Barranco de la Ribalera. Lo recuerda Manuel Sainz de los Terreros en un breve diario personal del año 1937:

«Vino Mateo, y salida inesperada a las 6 de la tarde. Fuimos 23 y Mateo y Pallarés a un barranco al que llegamos a las 6 de la madrugada. Frío, andar a oscuras difícil, molesto y caídas. Dormimos 3 horas en gruta. Misa en barranco y comer algo y dormir (imposible, suelo todo inclinado con piedras)».

Respecto la Misa celebrada por san Josemaría en la Ribalera la mañana del 28 de noviembre, Antoni Dalmases escribe en su diario de 1937:

«Aquí tiene lugar el acto más emocionante del viaje: la Santa Misa. Sobre una roca, arrodillado, casi tendido en el suelo, dice un sacerdote, que viene con nosotros, la Misa. No la reza como los otros sacerdotes de las iglesias. Habla las oraciones en voz alta, llora casi, y nosotros le imitamos, unos tendidos, otros arrodillados […]. No se oye más que al Padre. Sus palabras claras y sentidas se meten en el alma. Nunca he oído Misa como hoy, no sé si por las circunstancias o porque el celebrante es un santo».

Después de la Misa, la gente de Juncàs les trajeron un buen desayuno y hacia las 5 de la tarde llegó el guía principal, Josep Cirera, que los llevará en 4 noches hasta Andorra, adonde llegaron por la mañana del día 2 de diciembre.

Nota.- Para ampliar esta breve noticia puedes leer el libro «Camino de Liberación«, de las páginas 58 a 91, y de la 245 a 253, donde encontrarás los testimonios escritos por los protagonistas de la expedición.