Unos días vividos con intensidad

En la mañana del día 8 de junio de 2022, miércoles, once residentes del Colegio Mayor Aralar, de Pamplona, salimos en dirección a Pallerols, acompañados por D. Constantino Ánchel, experto en el Paso de los Pirineos. Los integrantes del grupo procedían de España, Francia, Kenia, Nigeria, Filipinas, El Salvador y Brasil. D. Francisco Varo y Javier Jiménez estarían acompañándonos solo los dos primeros días.

Como dijo Mons. Javier Echevarría el 3 de septiembre de 2015, cuando estuvo en Pallerols, «recordar a nuestro Padre, vivir con nuestro Padre, ser fieles a Dios como nuestro Padre y con nuestro Padre, debe ser el objetivo de cada una y de cada uno». Por tanto, nuestra meta era estar en los mismos sitios donde estuvo san Josemaría Escrivá y los que con él estaban cuando trataban de cruzar los Pirineos en dirección a Andorra, y a partir de aquí pasar a la otra parte de España para poder ejercer en libertad su ministerio sacerdotal.

En el trayecto de Pamplona a Pallerols hicimos una parada en Aínsa, donde comimos, tomamos un café y visitamos el pueblo.

A las 18h ya estábamos en Pallerols, donde fuimos recibidos por Ramón Camats, que solícitamente nos guiaría y acompañaría en los próximos días por estas tierras para él tan conocidas y queridas. En la casa rectoral contigua a la parroquia de san Esteban de Pallerols dejamos las maletas y subimos a pie a la cercana cabaña de san Rafael, lugar donde san Josemaría Escrivá y otros miembros del Opus Dei pasaron cinco días esperando mejores condiciones para proseguir su viaje.

De regreso a Pallerols, visitamos la iglesia y pudimos contemplar el lugar donde san Josemaría encontró la famosa rosa de Rialb. Cenamos algo que traíamos preparado y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente, D. Francisco nos predicó sobre el significado de estos lugares relacionados profundamente con la vida heroica y entregada de san Josemaría. El plan de la jornada contaba con una caminata a la Ribalera, al pie del monte Aubenç, donde san Josemaría Escrivá celebró una Misa para cerca de veinte personas que estaban escondidas en aquel lugar esperando la salida hacia Andorra.

Al llegar al último tramo de la caminata, D. Francisco se sintió un poco indispuesto y no pudo seguir, con lo que se volvió al coche. Ya en la Ribalera D. Constantino celebró la misa del día que correspondía a la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. Después almorzamos y descansamos entre las piedras de aquel lugar. De regreso a Pallerols, algunos se fueron a Oliana para comprar algunas cosas en el supermercado y después bañarse en el río Segre, que por cierto estaba ligeramente frío, a pesar del día caluroso. Por la noche D. Constantino y Jaime nos trajeron una rica cena comprada en Peramola.

El tercer día de excursión, tras hacer la oración y participar en la santa Misa en la iglesia de san Esteban de Pallerols, y desayunar, nos pusimos en camino a las 11h en dirección a la Casa del Corb, donde el grupo liderado por san Josemaría Escrivá estuvo cerca de tres horas descansando antes de ir a la Ribalera ya mencionada. Llegados ahí, aprovechamos para leer unos párrafos del libro «Entre la noche y la esperanza», de Jordi Piferrer. Volvimos al coche y nos dirigimos hacia la casa de Fenollet, donde el grupo de Escrivá tuvo la última comida caliente y abundante antes de llegar a Andorra varios días después. Ahí encontramos al mismo Jordi Piferrer, que nos dio precisas explicaciones sobre esta etapa del paso de los Pirineos, y también a Rosa, hija del joven que llevó en 1937 la comida a donde estaban escondidos los fugitivos. De hecho ella no escatimó atenciones con nosotros, sirviéndonos un almuerzo apetitoso y generoso, finalizada con canciones cantadas a pleno pulmón (El vídeo que adjuntamos muestra una de las canciones: Malaika).

Al salir de Fenollet nos fuimos a bañar rápidamente en el río Sallent y a continuación regresamos a casa. Poco después D. Constantino nos trajo de nuevo una cena comprada en Peramola: macarrones, carne de ternera y crema catalana. ¡Todo muy rico!

Al día siguiente, tras la oración, la Misa y el desayuno, nos fuimos en coche al inicio del Barranco de la Cabra Morta, en el río de Civís, donde todos nos bajamos del coche –menos los dos conductores– para hacer a pie el recorrido hasta un poco después del Mas d’Alins, ya en Andorra.

Una vez juntos los caminantes y los que habían llegado en coche, hemos comido en un merendero la comida que llevábamos preparada. Ya de bajada, al llegar a Coll de Jou y a la vista del pueblo de Sant Julià de Lòria, hemos rezado una Salve como lo hizo el grupo de san Josemaría el 2 de diciembre de 1937.

Al llegar a Sant Julià de Lòria fuimos directamente a la iglesia e hicimos la Visita al Santísimo, la oración y un cortísimo paseo por el pueblo, recordando lo que hizo la expedición del año 1937.

Ya de regreso en Pallerols, para la cena hicimos una barbacoa y cantamos muchas canciones acompañadas por la guitarra de D. Fernando Milán.

El domingo, día del regreso a Pamplona, después de la misa de la solemnidad de la Santísima Trinidad, salimos de Pallerols a las 12h hacia Torreciudad, donde llegamos a las 14h30. Ahí comimos y visitamos el santuario, donde asistimos al vídeo-mapping en el bello retablo del santuario. Partimos de ahí a las 17h y llegamos a Pamplona a las 20h. Al contar a los demás residentes del Colegio Mayor Aralar lo que vivimos estos últimos días, era general el sentimiento de relativa envidia entre los que no pudieron ir. Esperamos que el próximo año pueda repetirse este magnífico plan.

Terminamos estos días agradecidos a Dios y a todos los que han colaborado para el éxito de esta peregrinación, y también llenos de ilusión por imitar a este heroico grupo, que, hace 85 años, arriesgó su vida para poder volver a vivir con libertad su vida cristiana y apostólica.