Una fructífera reunión de sacerdotes, en Pallerols

Mn. Lluís Grifell ha escrito esta crónica que adjuntamos

El martes, día 28 de agosto, un grupo de sacerdotes que estábamos en Premià de Dalt, asistiendo a unas jornadas de formación, nos animamos a hacer un día de recreo formativo. Después del desayuno, salimos en coche hasta encontrar al Sr. Ramon Camats que nos esperaba en Oliana. Con él nos dirigimos hacia Pallerols. Tras dejar el almuerzo en la rectoría, los 25 sacerdotes concelebramos la Eucaristía, presidida por Mn. Jaume Poy, en la iglesia parroquial. Esta iglesia está dedicada a San Esteban y en una de las capillas laterales se encuentra una imagen de la Virgen del Rosario que lleva una rosa en la mano.

En el suelo de esta capilla se pueden ver seis baldosas un poco diferentes de las originales. Según Juan Jiménez Vargas -uno de los expedicionarios del año 1937-, San Josemaría encontró sobre estas baldosas la rosa de madera dorada que aquella madrugada le devolvió la paz y que cambió sorprendentemente su estado de ánimo. Había pasado la noche, sufriendo una gran angustia. No sabía si estaba haciendo la voluntad de Dios, pidió una prueba y en el hallazgo de esta rosa vio la señal que esperaba.

A continuación, Ramon nos acompañó al lugar donde habían pasado la noche. Se pensaron que aquel lugar había sido un horno, pero en realidad era la bóveda de un ábside de la antigua iglesia románica que, en un determinado momento se transformó construyendo allí en su planta la sacristía de la iglesia actual.

Tan documentado está Ramon que incluso nos indicó el lugar que ocupaba San Josemaría y Juan Jiménez Vargas, que durante la noche mantuvieron una conversación muy confidencial. También nos indicó el lugar que ocupaba cada uno de los que pasaron allí aquella noche.

En la sala grande se encuentra una reproducción de la mesa que usó como altar para celebrar la Misa cuando San Josemaría subió de la iglesia mostrando aquella rosa. Un monje de Montserrat, el Padre Oriol Diví, en una cerámica de la iglesia dejó constancia con estos versos (traducidos aquí al castellano, aunque el original es en catalán):

«Entre la Fe y el pesar,

caminando con oscuridad y dolor

en Pallerols una rosa

mudó la angustia en consuelo.

Vió San Josemaría

la Virgen en don tan preciado.

Que el camino de nuestra vida

dé flores de santidad.»

Comimos fuera, en la parte donde se encuentran los ábside de la iglesia y donde estábamos protegidos del sol. A continuación, Ramón nos mostró la casa de Vilaró y nos explicó las incidencias de aquel viaje desde Barcelona hasta reunirse todos en Pallerols. Nos indicó el camino que lleva a la cabaña de San Rafael y la forma como se organizaron el trabajo durante los días de su estancia allí. Nos faltó tiempo para hablar de la caminata hasta Andorra y el paso de la frontera andorrana.

Unos pocos fueron caminando hasta la cabaña de San Rafael mientras los demás nos dirigimos hacia Andorra, con ganas de visitar la parroquia de Sant Julià de Lòria, donde San Josemaría y el grupo que le acompañaba hicieron la visita al Santísimo, la mañana del 2 de diciembre de 1937, momento que representa la imagen en bronce que hay del santo arrodillado, en actitud orante, ante el antiguo altar principal de la iglesia. Estuvimos un rato rezando y contemplando.

Nos quería acompañar el rector de la parroquia, Mn. Pepe Chisvert, pero le coincidió con el entierro de un sacerdote, en la Seu d’Urgell, y no le fue posible.

Una jornada redonda que a todos nos ayudó a renovar nuestra fidelidad a la voluntad de Dios, rezando y descansando.