Un año más, un éxito de participación y organización

De los días 24 a 29 de junio de 2022 un grupo de 25 personas han realizado un año más el recorrido desde Pallerols de Rialb hasta Andorra en 5 días.

Nos lo cuenta uno de los participantes, Pau Piqué Ayala.

«Este año, en la 14a edición del Paso de los Pirineos, dos clubes juveniles del Opus Dei, uno de Lleida (Raier) y uno de Málaga (Maestranza) nos hemos dispuesto, una vez más, a seguir las huellas de san Josemaría y cruzar los Pirineos, desde Pallerols hasta Andorra, reviviendo así la dura expedición que tuvo que emprender el santo bajo unas circunstancias muy difíciles.

En el 85 aniversario de la búsqueda de la libertad de san Josemaría y sus acompañantes, ambos clubes -formando un total de 25 personas- hemos recorrido en un período de 5 días y 5 noches una distancia de 85 km, que cuenta con un desnivel acumulado de unos abrumadores 4.000 metros positivos. Algunos de los participantes de esta tradicional caminata repetían por segunda o incluso por tercera vez. Los primeros días nos guió Toni Cucurull, hombre de proximidades que se conocía la travesía como la palma de la mano.

Todo empezó al atardecer del 24 de junio, en Pallerols. Ramon Camats nos hizo una visita guiada por la Iglesia de St. Esteve, donde san Josemaría pasó la noche del 21 al 22 de noviembre y donde de madrugada encontró la mítica Rosa de Pallerols. Más tarde, dormimos con sacos de dormir en la rectoría.

Al día siguiente, 25 de junio, bajamos hacia Peramola, donde empezamos a pie la 14a edición del Paso de los Pirineos. Primeramente, pasamos por la Roca del Corb; después, Mn. Lluís Pons celebró la Misa en el barranco de la Ribalera y finalmente subimos la montaña de Aubenç, donde acampamos esa noche en una explanada con tiendas de campaña.

El plan de cada día era levantarse temprano -hacia las 6-7 de la mañana, cuando todavía no hacía calor- y almorzar lo que teníamos en las furgonetas. El día 26 de junio (fiesta de san Josemaría) recogimos las tiendas y nos dispusimos a continuar el descenso de Aubenç hasta llegar a Can Fenollet, donde Rosa nos cocinó unos macarrones exquisitos con una suculenta crema catalana de postre que dejaron a los malagueños cuestionando su propia gastronomía. Esa tarde volvimos a la civilización, celebrando Mn. Lluís la Misa en Organyà; y ya de noche acampamos en el Camping Gran Sol, con una cena donde todos los participantes comimos a lo grande.

El día siguiente, 27 de junio, subimos la montaña de Ares y celebramos la Misa en la iglesia de Noves de Segre, un pueblo pequeño y muy hermoso. Aquella noche volvimos a dormir en el Camping Gran Sol, y al día siguiente, 28 de junio, subimos por la Collada de la Torre con una rapidez considerable. Después de jugar un partido de fútbol en la explanada (victoria del Raier, evidentemente), hicimos una barbacoa con la asistencia de Paco Penella, que permitió que esa noche, a una altura de 1.800 metros, pudiéramos dormir muy bien. El nuevo guía, Joan Carles Pujol, sustituyó al montañero Toni Cucurull, y el día 29 de junio superamos el difícil paso de la Cabra Morta. Finalmente, después de una mañana de subidas y bajadas, pudimos terminar el Paso de los Pirineos, llegando a Sant Julià de Lòria, Andorra, alrededor de las tres de la tarde.

Han sido unos días que -pese a la dificultad del recorrido- no ha mermado en ningún momento el ambiente alegre y apacible de la convivencia, incluso en los momentos más pesados ​​de la travesía; unos días de debates, de canciones, de virolais, de calor, de frío, de nectarinas… pero sobre todo, unos días para recordar la legendaria travesía que san Josemaría y los que le acompañaban hicieron, hace 85 años, en busca de la libertad.

Y ahora, ¡hacia la 15a edición!»