Mientras esperábamos que llegaran el resto de las familias, aprovechamos para subir hasta la cabaña de San Rafael y realizar una excursión circular llegando de vuelta a la rectoría.
Ya todos reunidos, padres, madres, hijas y algún hijo, hicimos una comida de picnic en la que hubo competición de empanadas: gallegas contra venezolanas. Ambas estaban deliciosas.
Ya que estábamos en el mes de octubre, terminamos el día rezando el rosario dentro de la iglesia de Pallerols, ante la imagen de la Virgen del Rosario, ofreciéndolo para todas las familias del colegio.
Estábamos tan bien en Pallerols que se nos hacía difícil irse, pero como ya era tarde no había más remedio que volver a Barcelona, sin embargo con el firme propósito de volver pronto con otras familias de Canigó.
¡Un fin de semana familiar, muy recomendable! |