Del 26 de junio al 1 de julio de 2018, un grupo de unos 35 chicos de Barcelona, Valencia, Sabadell, Lleida y Málaga siguieron las huellas de San Josemaría en su camino de evasión des de Pallerols de Rialb a Andorra, en el año 1937.
El grupo de Málaga nos cuenta sus experiencias.
El 26 de junio, después de participar a primera hora de la mañana en la Misa de la Solemnidad litúrgica de San Josemaría, partimos con ilusión desde la sede de la Asociación Alazores (Málaga) con rumbo a Pallerols un grupo de 14 personas compuesto por el director, el sacerdote, dos universitarios que hacían de monitores y 10 estudiantes de bachillerato y 4º de ESO, dispuestos a realizar la Caminata Integral del Paso de los Pirineos que hizo San Josemaría en el invierno de 1937. Nada más llegar nos mostraron el lugar en donde pasó la noche san Josemaría con sus acompañantes y encontró la Rosa que le confirmaba en el querer de Dios. Conocimos a los compañeros venidos de Barcelona, Valencia, Sabadell y Lleida, y los guías (Toni, Joan Carles, Oriol y Carlos) que con nosotros iban a hacer la travesía, y a Pedro que se ocuparía los primeros días de la logística.
A la mañana siguiente, después de pertrecharnos convenientemente, comenzamos la primera etapa que culminaría en la cima del monte Aubenç. En la Cova del Corb hicimos la primera parada para leer los testimonios de las personas que acompañaban a San Josemaría.
Llegamos al Barranco de la Ribalera donde dos sacerdotes que nos acompañaron durante estos 5 días, D. Javier y D. Josemaría, concelebraron la Misa en el lugar en que lo hizo San Josemaría, y fue seguida por todos con emoción.
Allí comimos y descansamos para afrontar la subida del monte Aubenç, que fue la primera sorpresa sobre la dureza y dificultad del trayecto que teníamos que realizar. Una vez en la cima, bastante exhaustos, disfrutamos bañándonos en las frescas aguas de un pequeño lago de montaña, y montamos las tiendas de campaña para pasar la noche.
Después de un suculento desayuno comenzamos la segunda etapa que nos llevaría hasta Organyà, descendiendo primero hacia el valle de Nargó, llegando después a Can Fenollet y después de comer y descansar afrontar la dura subida y posterior bajada de la montaña de Santa Fe.
En Organyà tuvimos la Misa en la Iglesia parroquial y al finalizar cayó una lluvia torrencial que nos impidió plantar las tiendas de campaña. Aprovechamos unas cabañas del camping en donde pasamos la noche. Joan Carles, el guía, se despidió de nosotros y tomó el relevo Toni. |